La mediación es el método alternativo en la solución de conflictos mediante el cual cualquiera de las partes, en litigio o no, buscan de forma voluntaria la intermediación y la orientación de sus conflictos por medio de un profesional habilitado. En la mediación, las partes son libres para decidir y escoger el mejor camino para realizar un acuerdo. A partir de un método reflexivo y evaluativo, el mediador mapea el conflicto y, de forma imparcial y confidencial aproxima a las partes con enfoque en la solución del impasse. 

Al mismo tiempo que ayuda a rescatar sus virtudes, neutraliza interferencias externas e internas que puedan perjudicar la comprensión de las causas del conflicto. La finalidad del trabajo es comprender a las partes y ayudarlas a parar el conflicto por medio de la realización de un acuerdo.  

En el proceso de gestión y solución de conflictos, los mediadores tienen como misión promover la paz e incentivar a las partes para buscar medios alternativos de solución de conflictos de forma rápida y más económica, evitando el duro y costoso camino de la judicialización, o de forma que permita concluir un proceso judicial ya existente. 

El área de la Mediación judicial y extrajudicial actúa en frentes simultáneas de mediación de conflictos, desde los casos más simples hasta los más complejos – judiciales o extrajudiciales, en las más diversas áreas, tales como empresarial, societario, familiar, del consumidor, deportiva, laboral y público – utilizando metodología propia, desarrollada a lo largo de las últimas dos décadas. 

Al utilizar una metodología propia, dividida en 4 etapas, la mediación no apenas contribuye de forma decisiva para la solución del conflicto, sino también proporciona transformaciones personales a los comprometidos en el conflicto. 

Las fases de la mediación en la Vertus pueden ser explicada de la siguiente forma: 

1. Comprensión y Neutralización del Conflicto: en este primer momento, el mediador trata de ayudar a las personas envueltas en el conflicto a disminuir su carga emocional, con el objetivo de poder escoger lo mejor para sus vidas, sin interferencias externas o sentimientos que no ayudan en relación con sus propios objetivos. Al comprender verdaderamente sus necesidades y motivaciones, podrá controlar mejor sus emociones, separando las personas (aspectos subjetivos) del problema material en sí y, por lo tanto, estará lista para avanzar para la fase 2, para negociar materialmente sus objetivos. 

2. Negociación: una vez que sea comprendido y neutralizado el conflicto (muchas veces interno), la parte estará apta para negociar con mayor tranquilidad y claridad. Por medio de planillas visuales pueden observar con facilidad la evolución del trabajo y de las negociaciones, lo que ayuda en la conducción que llevará al acuerdo y al fin del conflicto. Es en esta fase donde las cláusulas del acuerdo empiezan a ganar contorno. 

3. Contrato: en esta fase, las partes materializan el borrador del acuerdo, con la ayuda de sus abogados, indicando aquello que fue acordado en las planillas de la fase 2. Con eso, las partes se sienten mejor acogidas en sus deseos más claramente atendidos, pues todo deseo material viene vinculado a una necesidad interna del individuo. De esta forma, son creados acuerdos sólidos, que verdaderamente trataron sobre las causas del conflicto y solucionan el problema de forma definitiva, evitando discusiones futuras entre las partes. 

4. Homologación Judicial: finalmente, se busca la tutela jurisdiccional para que homologue el acuerdo, con el objetivo de que produzca todos los efectos legales.  

El equipo de mediadores de la Vertus, con amplia experiencia y reconocimiento en el mercado, tiene capacidad para establecer una media de miles de acuerdos por mes en áreas como el derecho del consumidor.